lunes, 24 de septiembre de 2018

Presentación

Mi nombre es Eduardo. Tengo diecinueve años; soy el menor de tres hermanos y este es el resumen de mi vida.
¿Por dónde empezar? Lo más conveniente sería por mi niñez, pero la verdad es que, ni me acuerdo, ni creo que les interese. Por eso, decidí presentarme de una manera distinta, desde otro punto de vista.
Como dije anteriormente, no hablaré de mi vida, sino de lo que quiero hacer con ella. Y comenzaré contándoles cómo fue que elegí estudiar literatura en esta universidad.
Desde pequeño siempre me gustaron las historias, en especial las de fantasía, razón por la cual crecí con el sueño radiante de convertirme en un creador de historias, y con ellas entretener a la gente.
Mi primera opción apareció al otro lado del mundo, con los mangas. Desafortunadamente mi calidad de dibujo puede considerarse mala, e incluso muy mala, por lo que tuve que desechar esa opción. Lo segundo fue intentar con el cine. Ya saben, ser director, guionista, o algo parecido. Sin embargo, conformé fui creciendo me topé con la cruda realidad de que no era lo mío. En especial aquello de tener que aguardar años para los derechos, otro para la preproducción, uno de producción, y finalmente la etapa de posproducción, donde literalmente una empresa se convertiría en la responsable de mi historia.
Ante todo esto, casi al borde del vacío (lo que significaba abandonar mi pasión y dedicarme a ser infeliz el resto de mi vida), me encontré con algo peculiar, singular. Una mezcla de todo lo anterior, pero sintetizado de una manera única, sutil y diferente: la escritura.
Así podríamos decir que fue en primero de secundaria cuando surgió mi pasión, o mejor dicho, hallé la mejor forma de expresarla: mediante la escritura.
Concluyendo, lo anterior, junto con otro montón de cosas, fue la principal razón que me trajo a esta universidad, UDLAP, convencido de que será un punto clave en mi vida. Y que de cierto modo, definirá mi futuro, así como mi destino.

¡Larga vida a las historias!

El Blog para aprender inglés: Cómo escribir un carta o ...

viernes, 21 de septiembre de 2018

Historia mínima de la lengua española (reseña primera parte)

Por muchos años, incluso décadas, los investigadores lingüísticos se han planteado una compleja pregunta: ¿de dónde proviene el español? Y aunque, de hecho, no exista ninguna teoría definitiva, sí hay algunas versiones verosimiles.
En este caso, "Historia mínimo de la lengua española", del mexicano Luis Fernando Lara, es un ejemplo perfecto de lo anteriormente descrito. Un escrito, sencillo y agradable para la vista, pero al mismo tiempo repleto de información.
"Historia mínima de la lengua española", es más que páginas y páginas de información. Es un viaje a través de la historia de la lengua, en donde de una manera relativamente sencilla, se va comprendiendo la evolución que fue sufriendo el idioma, hasta convertirse en lo que hoy conocemos como español; nuestra lengua.
El texto no escasea en información y empieza, valga la redundancia, desde el principio: la prehistoria. Aquí narra la migración masiva que hubo entre las distintas civilizaciones, de tal manera que en miles de años, Europa fue habitada por completo. Lo singular de estos grupos, la mayoría sedentarios, fue que no tenían un idioma en sí, y su manera de comunicarse era distinta.
Entonces aparecen los Iberos, un pueblo existente desde la edad de bronce, que desarrolló una escritura peculiar, mediante inscripciones en monedas de platas.
Mientras se avanza en las páginas, uno puede irse dando cuenta de cómo fue exactamente la aparición de los pueblos, y cómo cada uno de ellos aportó algo único al idioma. Un ejemplo de estos son los vascos, que al igual que los Iberos se asentaron en lo que hoy se conoce como España.
Sin embargo, no fueron los pueblos occidentales los únicos que colocaron su granito de arena. Participaron también los pueblos Indoeuropeos, cada uno con su propio lenguaje, como los celtas, provenientes del norte de Italia.
Pero esos no fueron todos. Hubo otros de vital importancia, como los que se alzaban al extremo este del mar mediterráneo: los Griego y Fenicios; estos últimos que viajaron hasta las costas Españolas. Empero, no se puede hablar del español sin contar a la lengua que tuvo mayor impacto sobre las demás: el latín.
Regresando unos siglos en la historia, podemos ver como los romanos, provenientes del norte de Italia, se apoderaron de los pueblos del sur. Y con su enorme ejército, fueron poco a poco sometiendo a todos los pueblos alrededor a su merced, hasta lograr literalmente controlar toda Europa, parte de Asía y norte de África. Esto por supuesto incluyó a España, donde los romanos fundaron varias ciudades importantes y en donde dejaron su huella en el idioma. Hay que decir que al principio la mayoría de los romanos eran soldados, por lo que el lenguaje no era el más culto.
Por ser sólo un fragmento, el texto termina con la caída del imperio romano y por consiguiente del latín. Aunque eso no significa que la historia del español llegó a su fin, pues con el paso de los años fue siendo moldeado teniendo aportes de lenguas árabes, visigodas y Africanas para convertirse en el idioma que actualmente hablamos.
¡En definitiva, un texto interesante!

jueves, 20 de septiembre de 2018

Los 1001 años de la lengua española (reseña)

Toda historia tiene un principio; asimismo un final. En este caso la historia de la lengua española no es la excepción.
Comenzamos la entrada anterior explicando la migración de los pueblos del mediterráneo a las costas de la península ibérica, y cómo el imperio romano, por medio de soldados, esparció el latín por toda Europa, incluyendo España. Ahora es tiempo de hablar de lo que sucedió después de eso, cómo afectó al moldeo de las palabras que hoy conocemos en nuestro vocabulario, y los hechos históricos que definieron el curso no sólo de España, sino que del mundo.

ESPAÑA VISIGÓTICA

Si lo recuerdan, el imperio romano, el más grande de la historia, abarcaba no sólo Europa, sino que el oeste de Asia y el norte de África. Lo que provocó que gobernar desde un punto estratégico fuera imposible. Por ello se decidió dividir al imperio en dos: roma de occidente, e imperio bizantino. La primera capital en Roma; la segunda en Estambul. Empero, esto únicamente generó más división entre los pueblos, debilitándolos. Alarico, rey de los Visigodos, pueblo proveniente del norte, de la actual Alemania y Austria, saqueó la ciudad de Roma. Consumiendo de esa manera el imperio de occidente.
Tras la conquista, los visigodos llamados por los nativos Romanos: Bárbaros, como todo pueblo, iniciaron su expansión. Principalmente hacia el oeste, a las costas del sur de España. Aunque los visigodos adoptaron algunas costumbres hispanoromanas como el cristianismo, estos nunca mantuvieran estrecha relación con los hispánicos. Siendo así evitaban los matrimonios entre las otras razas, y siempre se consideraron ellos mismos como un único pueblo. Esto no evito que muchas palabras del español sean originarias de las lenguas Germánicas. En especial aquellas relacionadas con la guerra:

Botín, ganar, pagar, tregua, yelmo, esgrimir, blandir, bandido, dardo...

Otras se impusieron de manera relativamente inconscientemente, siendo objetos originarios visigodos:

Toldo, sala, banco, jabón, toalla, guante, fieltro, falda, tejón...

Incluso cosas tan cotidianas como animales, colores e instrumentos musicales.

Ganso, tejón, marta, blanco, gris, arpa...

ESPAÑA ÁRABE

Es imposible hablar de historia sin mencionar a los tan conocidos Árabes, menos cuando se trata de la lengua; siendo ellos uno de los más importantes precursores en el idioma Español. Dejando de herencia hasta más de cuatro mil palabras.

¿Cómo fue que ocurrió todo esto? 

En el año 711, Tárik, general árabe al mando de siete mil moros (árabes y bereberes), desembarcó en las costas del sur de Hispania; hoy Gibraltar. Sorprendentemente, en poco tiempo, para el 718 ya había sometido a toda la península; siendo su siguiente objetivo Francia. Asimismo, no menos importante, fue el Islam. Religión que a sólo ochenta y nueve años de su fundación, ya alcanzaba gran parte del continente.
Pero lo más destacable de la expansión arábiga fue su modo de hacer las cosas. A diferencia de los romanos con el cristianismo, el desarrollo del Islam en Hispania ocurrió del modo más natural posible. Sin imposiciones, prohibiciones ni violencia. Simplemente se respeto el pensamiento de cada individuo. Lo que a la larga, en los seis siglos de ocupación, ayudó a crear un ambiente de respeto y libertad; mismo que terminó en un desarrollo general nunca antes visto.
Porque si hay que agradecer a los árabes de algo, sería de su forma de vida. Su higiene, educación, modales... Debido a esto, en pocos años ya eran molineros, carpinteros, pescadores, panaderos, agricultores, entre otros cientos de oficios. Al contrario que con los visigodos, los cristianos recibieron a los árabes con los brazos abiertos, naciendo así los mozarabes; habiendo así moros rubios, cristianos vueltos musulmanes, gobernantes religiosos, y un sin fin más de cosas. Ahora imagínense lo que esta relación tan estrecha afectó a la lengua.

Desde golosinas:

Almíbar, alcorza, alajú, alfajor, alfeñique, alfiler...

Hasta un desarrollo avanzando del pensamiento matemático, siendo los responsables de introducir el cero en Europa.

Cero, cifra, algoritmo, guarismo, álgebra...

También destacaron en agricultura:

Almunia, algodón, arroz, alfalfa, azafrán, ajonjolí, azafrán...

Frutas y verduras:

Pistache, sandía, limón, naranja, toronja, albacora...

En economía introdujeron términos como:

Casa de moneda, almacén, bazar, almojarife, aduana, tarifa, arancel...

En arquitectura:

Arquitecto, albañil, adobe, azulejo, alacena, tabique, alcoba, alféizar, azotea, aldaba...

Con la vestimenta ocurrió más de lo mismo. Palabras tan comunes:

Túnica, albornoz, jubón, calzones, gabán...

Enumerar las miles de arabismos es una gran hazaña. Pero con el simple hecho de reconocer algunas de las anteriores palabras, de uso cotidiano, uno se da cuenta de la increíble aporte que tuvieron. Además de que existe otra lista todavía más detallada, donde se incluyen algunos verbos y adjetivos.
En resumen, los árabes lograron cambiar no sólo a España, sino que a toda Europa; y en tiempo récord.

NACIMIENTO DEL CASTELLANO

Como dije al principio, toda historia tiene un final. Este es el final. El surgimiento oficial de una de las lenguas más importantes del mundo: el castellano.

Aunque la influencia de los árabes fue gigantesca, todavía vivían en las montañas del norte los parientes del rey Rodrigo, la nobleza visigoda. Quienes no sentían ningún aprecio por los cambios realizados por los árabes, por lo que decidieron hacer algo al respecto. Primero repoblaron el sur de Españoles, lo que ayudó a la conquista de León, surgiendo así el reino de Castilla y León. Este, poco a poco fue recuperando territorios, siguiendo siempre las enseñanzas y costumbres de sus antepasados de hacía diez siglos. Aliándose al final con el reino de Aragón, los castellanos consiguieron su objetivo y corrieron a la mayoría de los moros de tierras hispánicas, trayendo como resultado el origen de una nueva nación: España.

EPÍLOGO

Cuando uno se pone a estudiar la historia de España no puede pasar por alto la impresionante aportación que hubo de decenas de pueblos, lenguas y costumbres. Algunas menos que otras, mas no por eso menos importantes. Con el español sucede lo mismo. A quienes dicen que proviene del latín. Otros que del Indoeuropeo. Lo cierto es que tiene sus raíces en lenguas más antiguas, de miles de años de antigüedad. Sin embargo, sus ramas se han extendido por sobre casi todo un continente, las cuales con el paso de los siglos han albergado semillas, que al final resurgieron en un fruto: el Español. ¡El mejor idioma del mundo!
Mapa de España (siglo X)

miércoles, 19 de septiembre de 2018

Historia mínima de la lengua española (reseña segunda parte)

Si creías que la ocupación latina, o incluso la invasión de los moros había sido todo lo necesario para dar origen a nuestra lengua, lamento informarte que eso sólo fue un antecedente. El verdadero final de la historia de nuestra lengua, el español, se remonta a muchas años más de historia. Tiempo de incontables batallas y conquistas, que darían por sentado el castellano; y el país de España como tal.

Retomando el tema es importante recordar que fueron los árabes quienes prácticamente ocuparon todo el sur y centro de España, provocando una fuga masiva de Visigodos y Latinos a las tierras del norte. Lugar que, por las condiciones climáticas, era una región imposible de habitar para los árabes, que prefirieron detener su expansión. 
Lo que no sabían los moros es que no todo iba a acabar ahí, sino que de hecho esto causaría todavía más conflictos. En la zona de Cantabria, territorio cristiano y latino, surge el reino de Asturias; sólo veintiocho años después del desembarco de los musulmanes en las costas del sur. Este reino, debido a su localización geográfica, pudo empezar un proceso de reconquista, con el poco a poco fue adueñandose de pequeños territorios. Estableciendo también una serie de monasterios cristianos, una de las diversas razones por las que las conquistas se convirtieron en luchas religiosas. 
En el 925, el reino de Asturias pasó a ser conocido como reino de León, después de establecer su capital en esta ciudad. Se desconoce cuál era la lengua que se hablaba en el lugar, aunque anotaciones de cuentas y pagos, apuntan a que se trataba de una mezcla entre un latín bajo eclesiástico y popular.
Con Carlomagno en el poder en Francia, no fueron pocos los señores del otro lado de los pirineos que se pusieron bajo su protección. Creando así la llamada: Marca hispánica; que consistía en hacer alianzas matrimoniales e intercambio de hijos. Formados por condados como Navarra y Aragón.

REINO DE CASTILLA Y LEÓN

Al sur de Asturias y al este de León, se encontraba uno de sus condados más importantes: Castilla. Lugar ocupado por los descendientes directos de los visigodos, y gobernado por Sancho II. Sin embargo, tras el asesinato de este, su hermano Alfonso (quien se dice que lo mató), reunificó al reino con Castilla y León; apareciendo el reino con el mismo nombre. 
Aunque representaran un mismo reino, Castilla era una región por completo diferente a León. Ya que al encontrarse situada muy al sur, era participe de los constantes ataques de los moros, cosa que las regiones del norte no tenían que temer. 

SANTIAGO, SÍMBOLO DE RECONQUISTA

Este fue un punto clave de la época, pues ayudó a acelerar el proceso de conquista, buscando el apoyo de otros pueblos visigodos externos a España. Para que esto sucediera fue el rey Alfonso II quien, aprovechando el descubrimiento del sarcófago del apóstol Santiago, los utilizó como una señal divina para legitimar su trono. Con ello trasladó los restos a Compostela e inició a propagar su culto. En unos pocos años la noticia ya había recorrido toda Europa. Por lo que cientos de peregrinaciones empezaron a dirigirse a Galicia, desde Navarra y Aragón. Estos eran principalmente soldados Francos retirados, que en su juventud habían luchado contra los moros. 
Después de esto el apóstol fue declarado patrimonio cristiano. Por eso mismo, cuando los almorávides y almohades intentaron juntar fuerzas, el reino de Castilla y León pidió ayuda a los caballeros extranjeros, que, acostumbrados a luchar contra los moros, se unieron a la batalla. En este punto, la reconquista se torna en una cruzada religiosa. 

LA INFLUENCIA DE CLUNY

Por si fuera poco, acompañados de los caballeros arribaron un grupo de monjes a la península; la orden benedictina de Cluny, fundada en el 910. Estos se volvieron de inmediato en los precursores de las nuevas reformas eclesiásticas del papa Gregorio VII; entre las que se encontraban: imposición del rito romano de la misa, eliminación del rito visigótico o mozárabe, y una separación total entre el poder civil y el religioso. En este época surgen las primeras universidades, el estudio de la escolástica de Aristóteles, y la traducción del árabe para las ciencias. 

PRIMEROS DOCUMENTOS ROMANCES

El conocimiento del bajo latín de los notarios y clérigos fue perdiéndose poco a poco. Esto puede apreciarse en algunos documentos de la época. Lo que al final provocó una mezcla en el lenguaje. El problema es que todas las palabras latinas se podían romancear, pero no al contrario; mismo que derivó en confusiones y errores. 

LAS GLOSAS

Los más antiguos archivos y documentos encontrados en España, en los que uno puede apreciar con claridad las diferencias entre el latín y él romance, son las Glosas emilianenses, halladas en el monasterio de San Millán, en la Rioja; también las Glosas silenses, provenientes de Santo Domingo De Silos, sur de Burgos. Estos dos documentos son escritos que datan de los siglos X y XI. Hechos por monjes de Aragón. Tienen mucha relación con otras Glosas europeas, principalmente la francesas. Lo que demuestra una vez más la influencia de los otros pueblos en España. 
¿Qué es una glosa exactamente? Cuando se habla de Glosas uno generalmente se refiere a textos religiosos, ya sea anotaciones en los márgenes de sermones, como de oraciones y penitenciales latinos. Se dividen en cuatro tipos:
1. Correspondencias en romance de vocablos latinos que eran incomprensibles.
2. Comentarios sobre el significado de los textos.
3. Explicaciones del significado de los vocablos.
4. Marcas para explicar la estructura gramatical de las oraciones bajolatinas a hablantes del romance que ya no manejaban el latín. 
A continuación un ejemplo de las glosas en la página 65v. de Glosas emilianenses: 


SEMEJANZAS ENTRE LOS DIALECTOS ROMANCE

Aunque se diga lo contrario, la verdad es que los dialectos romances de la península eran muy parecidos. Eso sí, sin contar al castellano.

  • Permanece la palatal de "g" y "j" latina:
genesta-germanu-januariu.

  • Conservan la "f" inicial:
falce-filiu-farina.

  • Grupos l+yod:
muliere-ocuu-cuniculu-tegula.
  • En el femenino plural pasa -as a -es:
Les cases, les patates, Naves, Cabanes.

Existen más similitudes, pero estas son las más usadas e importantes. 

POEMA DEL CID

Se podría decir que todo lo contado anteriormente tiene, o al menos está estrechamente relacionados con el primer cantar encontrado en castellano: el Cantar de mio Cid. Esta obra tan popular en nuestros días; aunque es verdad que la mayoría de la gente no sabe de dónde proviene. 
Para empezar, esta obra está entre los denominados: cantares de gesta. Que consistían, en como dice su nombre, cantos en los que se contaba una historia. La mayoría de las veces sobre un personaje importantes como un rey o un caballero.
Eran los juglares los encargados de viajar de pueblo en pueblo declamando la obra. Estos no sólo venían del reino, sino que del extranjero. Por ejemplo, los juglares francos que llegaron por el camino de Santiago, y que trajeron consigo cantares majestuosos: la canción de Roldán. Comúnmente cada juglar tenía su propio estilo épico, por lo que la obra sufría algunos ligeros cambios. Luego, esta era aprendida por el público, surgiendo así el conocido como género del romance (lo ejemplos vistos anteriormente). 

FRAGMENTO 


                                                            Poema del Mio Cid (fragmento)